Seré breve y conciso. Haré caso al dicho de “En tiempos de
melones, breves los sermones”, aunque el verano esté finalizando.
El tema que voy a tratar no es otro que el de la crisis
migratoria, los problemas que han nacido con esta oleada de refugiados, ante la
cual solo encuentro una solución: darles asilo de manera temporal hasta que el
conflicto yihadista cese. Es simple. Tal vez costoso, pero humano y justo. No
hay más que se pueda hacer en el corto plazo y de manera inmediata.
Ahora bien, no se puede obviar y no criticar la posición de
aquellos que dicen avergonzarse de la UE y sus fronteras por la muerte de un
pequeño en la costa. La imagen del crío sin vida en la playa es, no cabe duda, aterradora
y nos debe hacer reflexionar sobre cómo estamos obrando en estas situaciones
que, desde luego, nos desbordan. Espero que aprendamos de este drama y podamos
dar un paso más hacia la utópica justicia, aún perseguida, todavía no hallada.
Para alcanzarla no solo podemos dejar los problemas en manos de nuestros
representantes, sino que también debe reaccionar la sociedad en bloque, unida,
para acelerar este proceso y dar solución inmediata a estos conflictos; por lo
que aplaudo esta oleada solidaria que está iniciándose en Europa. Bravo por ese
corazón tierno dispuesto a ayudar al necesitado.
Sin embargo, no puedo evitar criticar la postura que adoptan
aquellos que únicamente se acuerdan de este éxodo sirio e iraquí ahora, cuando
estas pobres personas llegan al Viejo Continente. ¿Acaso hay que recordar cuál
es el motivo de esta huida?
El Estado Islámico lleva años masacrando allí. Antes se
disfrazaban de rebeldes que combatían al “malvado dictador” de Siria. Hace poco
más de un año, a esos bastardos se les empezaron a caer las caretas y pudimos
ir comprobando cómo son realmente: fanáticos asesinos que persiguen la
proclamación de un estado donde solo cabe su interpretación del Corán. Por
ello, miles de cristianos y yazidíes han sido fusilados, crucificados,
decapitados, los niños convertidos en esclavos y/o soldados, las mujeres en
esclavas sexuales, etc.
Hace un año, cuando los medios de comunicación empezaron a
bombardearnos con información y noticias morbosas sobre esto, parecía algo
nuevo, de repente habían surgido de la
nada estos diablos. Tras ello, el asunto dejó de ir vendiendo y con ello se ha
ido paulatinamente hablando menos de esta realidad, hasta el punto de
normalizar la tragedia, la cual es el motivo del éxodo a Europa, porque en
ningún momento han parado los crímenes de guerra antes mencionados.
Por ello, me indigna que una foto sea la provocadora de esta
(positiva y necesaria) acelerada reacción hacia los refugiados, pero que Occidente
haya normalizado e ignorado el mayor drama del mundo del siglo XXI. ¿Hacen
falta fotos de críos decapitados para que reaccionemos como hemos hecho con el
niño ahogado? ¿Hasta cuándo vamos a seguir ignorando la raíz del problema? ¿Por
qué no nos levantamos en mareas de indignación contra nuestros gobiernos que
consienten la existencia de los bastardos yihadistas, que con su inacción
permiten todavía la existencia de éstos? ¿Qué hace falta para que Europa
despierte? Los refugiados solo buscan una cosa: la paz que en su tierra no
tienen.
Una mala hierba, aunque la cortes, siempre rebrota. Para
terminar con ella hay que eliminar su raíz, extirparla de la tierra. Esta
crisis se repetirá una y otra vez, seguirá rebrotando. Solo se puede
arrancar la raíz, es decir, acabar con el Estado Islámico. Los refugiados
tienen derechos, pero estos solo se pueden ejercer con la paz.
Dentro de 50 años se estudiará este drama en la Historia que
den los colegios. Solo deseo que esas futuras generaciones no tengan que
preguntarse: “¿Por qué no hicieron nada?”
PD: Por favor, no nos olvidemos de los perseguidos en
Siria e Irak. No tienen la suerte de ser refugiados.
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